Buenos Aires: Viaje al horror en accesibilidad

Para cualquier persona que viva en Buenos Aires (o en Argentina en general), no es ningún secreto que el concepto de accesibilidad no ha sido muy contemplado a lo largo de nuestra historia. Es verdad que la situación es mucho mejor que años atrás, y que de a poco se van implementando medidas destinadas a hacer la ciudad accesible para todos. El concepto de accesibilidad universal aplicado a nuestra ciudad es una concepción relativamente nueva, por lo que lugares, servicios públicos, transporte, etc, suelen tener una índice de accesibilidad muy pobre, basada en haber sido concebidos mucho antes de esta relativa “novedad”.
Sin embargo, no es extraño encontrarnos con nuevos proyectos donde la accesibilidad es completamente ignorada. En algunos casos, para convertirla en algo muchísimo peor que lo anterior, casi al límite de lo decididamente increíble. ¿Les parece una exageración? Bien, prepárense porque van a enterarse de cómo 10 metros se convirtieron en 1.400 (mil cuatrocientos metros)
Buenos Aires debe ostentar el extraño récord de haber convertido 10 metros en 1.400 metros de pesadilla Click To TweetEstación Coghlan: ¿La peor accesibilidad del mundo?
La hipótesis de que la estación Coghlan de la línea de ferrocarril Mitre en la ciudad de Buenos Aires tiene la peor accesibilidad del mundo puede sonar exagerada. Quizás no lo sea. Pero que tiene un lugar de honor (¡u horror!) en el ranking de lo que jamás debió haberse hecho, es casi seguro.
Un poco de contexto: hablemos de política.
Las líneas férreas en Argentina fueron construidas mayormente por empresas inglesas a finales del siglo XIX y principios del siglo XX. Por esta razón, las estaciones de tren suelen tener un pintoresco dejo de antigüedad y un aire inglés.
Desde ahí, poco y nada se ha hecho en términos de modernización, especialmente en lo que hace a estaciones y mobiliario urbano, hasta hace unos pocos años, cuando un ministro comenzó un proceso de modernización de maquinarias y estaciones. Este ministro apuntaba a una candidatura presidencial, la cual le fue denegada. Exactamente el día posterior a este hecho, TODAS las obras se detuvieron, quedando a medio terminar.
Exactamente un año después (12 meses), ya con un nuevo gobierno, las obras se retomaron de alguna manera. Al retomarse esas obras, se llegaron a terminar las obras en forma suficiente para que el tren pueda detenerse. Para ser claros: la estación estuvo cerrada durante un año, el tren simplemente pasaba de largo. Hoy está a medio terminar, pero el tren se detiene.
(Nota anecdótica: cuando se retomaron las obras, al re-abrirse la estación Coghlan, se cerró la siguiente, Saavedra, y la subsiguiente, Juan B. Justo. El aviso de este cierre sólo figuraba en la estación cabecera, por lo que cualquier pasajero que subiese al tren con intención de bajar en Saavedra no sabía del cierre de estas estaciones, y debía bajarse 2 estaciones más lejos, en estación Florida. Para dar una idea del problema: de Saavedra a estación Florida hay 4,5km. por lo que cualquier pasajero que fuese a Saavedra debía bajarse 4500 metros más adelante y luego volver – obviamente, no en tren -. De hecho, ¡Florida es otra ciudad!).
Probablemente por el contexto político mencionado, y ante los reclamos de lo usuarios, la estación Coghlan se “terminó” (es un decir) y se habilitó al público. CÓMO se terminó… ya lo vamos a ver.
Contexto social y geográfico
La estación Coghlan está ubicada en un típico barrio de clase media en proceso de gentrificación. La zona que le rodea es eminentemente residencial, con focos comerciales en las avenidas Monroe y Congreso. La estación Coghlan tiene salida a ambas avenidas, que son paralelas y distantes algo más de 600 metros una de la otra. En Avenida Monroe, a menos de 200 metros de la intersección con las vías del tren se encuentra el Hospital General de Agudos Dr Ignacio Pirovano, uno de los más grandes e importantes hospitales gratuitos de la Argentina.
Empieza la travesía
Para hacer esta nota, empezamos el recorrido en la Estación Ministro Carranza, que de por sí tiene innumerables problemas y situaciones insólitas, las cuales dejaremos para otra nota. Entre esta estación y la que nos compete hay dos estaciones intermedias (Colegiales y Belgrano R) . La idea original era ilustrar los problemas en distintas estaciones, de las cuales ya conocía algunos problemas, por lo que sólo fuimos a sacar fotos para ejemplificar dichos problemas. En ese proceso es cuando llegamos al descubrimiento de lo que podríamos llamar el “caso Coghlan”.
Conocimiento a priori
En el caso específico de la estación Coghlan, sabíamos que el cruce peatonal de la vía era un problema, al igual que el acceso a la estación desde diferentes puntos. Con este conocimiento, fuimos a sacar fotos de estos problemas. Para hacer más simple y dinámica la nota, incluiré cada foto en el orden en que fueron tomadas, con una breve explicación del problema. Pueden pinchar las fotos para ampliarlas.
Imagen 1
Esta es la imagen que tenemos al bajar del tren, el cual aún puede verse a la distancia. En la imagen también se puede ver el puente que deberíamos cruzar para llegar al otro andén , o para llegar a las calles del otro lado de la estación en forma más directa.
¿El problema? Si se fijan bien (pueden agrandar la imagen pinchando en la misma), la escalera está detrás de una baranda que separa a la misma del andén. Por este motivo, para llegar a la escalera distante 30cm de nosotros, deberemos recorrer aproximadamente 180 metros para llegar al pie de la escalera.
Imagen 2
En esta imagen podemos ver lo que muchos usuarios hacen al percibir que esos 30cm se convirtieron en 180 metros: saltar la baranda. De más está decir que esta no es una solución disponible para todos los usuarios, no es segura y trae mucho inconvenientes aparejados. Sin embargo, es lo que los usuarios perciben como la solución más práctica a un problema que no debería existir.
Basados en el comportamiento de los usuarios a este problema, nos preguntamos: ¿cuál sería el esfuerzo para una persona con discapacidad motriz, o una persona acarreando un cochecito de bebé, o el carrito de la compra? Lo que sigue es la respuesta.
Materia Accesibilidad: Reprobada.
Con las preguntas mencionadas anteriormente, decidimos recorrer el camino exacto que debería realizar una persona con capacidades físicas limitadas para llegar hasta el hospital y volver a su casa (tomado el tren de vuelta), y medir el trayecto. O si se quiere, simplemente cruzar el andén. La distancia lineal es de 10,5m (diez metros y medio).
Obviamente, esta distancia lineal sólo sería posible saltando a la vía. El trayecto más corto (sin saltar a la vía) es de unos 30 metros, yendo por el puente que se ve en la primera imagen y saltando la baranda como se ve en la imagen que le sigue.
Imagen 3
Esta es la dirección que deberemos tomar para ir hacia la Av. Monroe, donde está el cruce para discapacitados motrices. Se puede observar que es una distancia bastante grande de por sí.
Imagen 4
Aquí se puede ver la rampa, la cual va en una dirección y vuelve en otra, en sentido de la puerta de la estación. Este sentido es lógico , pero no es el más usado, dado que la mayoría de los usuarios van a provenir desde alguna de las avenidas, no desde una calle secundaria.
Imagen 5
Seguimos caminando por el costado de las vías. Lo que se ve en la imagen es el lado opuesto, que da a una calle interna. Puede apreciarse que no hay rampa, sólo una escalera (más adelante veremos que esto es parte del problema).
Imagen 6
Finalmente llegamos a la Av. Monroe, donde está el cruce para discapacitados motrices. Aquí se puede apreciar un complejo sistema de rampas, las cuales suman aproximadamente 300 metros. Para que entiendan el problema, imagínense a ustedes en una silla de rueda, subiendo 300 metros con la fuerza de sus brazos.
Imagen 7
Detalle de las rampas mencionadas anteriormente y las escaleras para personas sin limitaciones motrices.
Imagen 8
Luego de superar todas las rampas, llegamos al viaducto de Av. Monroe que pasa por debajo de las vías. Se puede observar que este viaducto tiene una gran longitud (228 metros). En nuestro caso, deberemos recorrer 140 metros hasta salir del viaducto.
Imagen 9
Luego de un largo rodeo (ya veremos el mapa) llegamos a la entrada de la estación del lado que queríamos llegar. A esta altura, como veremos más adelante, hemos recorrido más de 1km (un kilómetro)
Imagen 10
Sorpresa. Una vez que llegamos del otro lado, la máquina que registra los pasajes no funciona, de lo cual nos enteramos luego de recorrer 1200 metros.
Imagen 11
Por suerte podemos recurrir a la ayuda del personal de la estación…. suponiendo que existiese el personal. O la estación misma. Lo que parecía la estación del otro lado del andén es una estructura vacía que ni siquiera tiene techo. Imaginen que esta persona discapacitada, luego de un enorme esfuerzo físico llega a este lado y se descompensa. O simplemente quiere ir al baño. O hacer una pregunta al personal de la estación. Pues bien: literalmente, es IMPOSIBLE.
10 metros = 1400 metros
Luego de ver estas fotos, probablemente estén tan sorprendidos como nosotros. Y hasta es posible que crean que la distancia es una exageración. Para hacer este test, medimos las distancias con una aplicación de iOS, que nos dio una distancia de casi 1200 metros. Pero luego decidimos usar las mediciones oficiales del Gobierno de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires, usando la excelente aplicación de Mapa Interactivo, la cual nos permite tomar las distancias lineales y las que debe realizar en la realidad un peatón.
Aquí se pueden ver las distancias. Las cantidades de color gris más claro son las distancias reales (no lineales) que hay que sumar al recorrido (por ejemplo, porque hay rampas u obstáculos).
Aunque no se ve muy bien porque el marker lo tapa, la distancia es
1044 metros + 12 metros = 1.056 metros .
Recapitulemos: pasamos de 10 metros lineales o 30 metros reales a 1.056 metros. O sea: ¡más de un kilometro!
Para aquellos que no conocen y puedan decir que hay calles en el medio, eso es verdad, pero la salida del viaducto da a esa calle, donde está el hospital. Y la calle Roosevelt (como veíamos en la imagen 5) no tiene rampa para discapacitados.
¿Hay un camino más corto?
Nos preguntamos: ¿es posible que estemos equivocados y haya un camino más corto? Veamos debajo:
En este caso, si el usuario sabe, o imagina, que el camino más lógico para cruzar de andén a andén es salir completamente de la estación e internarse en calles aledañas (nota: la señalización es inexistente), entonces es posible hacer ese camino, de “sólo 960 metros”. Parece una broma de mal gusto, pero son casi 100 metros menos que el otro camino que va mayormente por dentro de la estación, lo cual para una persona con una discapacidad motriz es muchísimo .
Sin embargo, este ahorro de 100 metros va de la mano de un grado mayor de inseguridad, ya que se debe cruzar al nivel de las vías del tren, lo cual puede ser peligrosísimo para una persona con movilidad reducida y que ya está realizando un gran esfuerzo completamente injustificado. Además, el lugar de cruce peatonal está semi-destruido por las obras mencionadas
¿Hay algo peor que esto?
Supongamos que nuestro usuario va a hacer el camino anterior, por ser más corto y directo. Sin embargo, al ver que representa un grave riesgo para su seguridad, decide continuar por la salida específicamente para discapacitados. Sabe que la salida inicial (por Av. Monroe) le queda ya muy lejos, y que a sólo 100 metros está el cruce con rampa de Av. Congreso. Por tal motivo, lógicamente decide no arriesgar su vida y hacer esos 100 metros adicionales. Y este es el resultado:
¿Lo pueden ver? Nuestro/a usuario/a, por el sólo pecado de tener una discapacidad y no querer arriesgar su vida bajo las ruedas del tren, estará obligado/a a recorrer casi 1500 metros. Para que se entienda: Un kilómetro y medio para recorrer 10 metros.
Si alguien alguna vez vio algo así, por favor avisen en los comentarios.
¿Se podría haber evitado esto?
Se pudo hacer una versión eficiente, accesible y muchísimo más económica con sólo ponerse del lado del usuario Click To TweetLa pregunta es: ¿pudo hacerse una versión accesible de este paso de andén a andén? La respuesta es un contundente SÍ. Se pudo hacer una versión eficiente, accesible y muchísimo más económica con sólo ponerse del lado del usuario. Con sólo hacer un túnel por debajo de las vías a la altura de la estación, se podría lograr un paso de entre 50 y 60 metros (incluyendo rampas). Por supuesto, sería mucho mejor si hubiese un ascensor en cada lado, pero con sólo hacer el soterramiento del paso peatonal se hubiese logrado un ahorro sustancial, un paso accesible, una solución que no discrimine a los usuarios y una experiencia de usuario mucho más satisfactoria. En resumen: no considerar a los usuarios es el paso seguro al fracaso, no hay excepciones a esta regla.
Espero que esto pueda solucionarse a la brevedad, y desde ya les invito a comentar casos similares en su ciudad

Administrador UXpañol.com
Diseñador Gráfico y UX Evangelist
Experto en Experiencia de Usuario, habiendo trabajado para distintas empresas Fortune 500, gobiernos, personalidades, etc

